Cómo aprendí el Aviñol
Me gusta decir que el Aviñol es un idioma, pero es tan solo una metáfora. Es un concepto simple que me llevó dos años de perfeccionamiento.
¿Por qué me llevó tanto tiempo aprender un enfoque tan simple? Porque solía ser uno de esos expertos de los que hablé en mi último post. Sí, lo admito. Me olvidé cómo habla una persona común y corriente. Utilicé el paquete completo de los expertos financieros: la jerga, las tablas y montones y montones de gráficos! Cuando ahora lo pienso, me avergüenzo... pero en ese momento no conocía nada mejor. Es lo que toda la vida nos enseñaron y es cómo los expertos nos hablamos entre nosotros.
El problema aparecía cuando estaba con gente común, lo que decía se "perdía en la traducción". Necesitaba encontrar la manera de tener una conversación sobre las cosas que importaban: su dinero y su futuro. Sabía que tenía que aprender a hablar como un ser humano normal: simple y llano. La parte difícil fue averiguar cómo hacerlo. Luché durante meses y un día la idea me llegó de la nada.
Estaba en mi oficina en una reunión con algunos colegas. Estábamos preocupados por una posible caída del mercado de valores y cómo preparar a nuestros clientes. Allí, en el medio de la reunión, mi mente me llevó a un recuerdo de mi infancia
Pensé en la primera vez que me subí a un avión. Tenía 6 o 7 años y viajaba con mi padre. Volábamos sobre las montañas y el avión se movía mucho. Estaba tan petrificada que empecé a llorar. Mi padre vio mi angustia, puso su mano sobre la mía y me susurró: "Está bien, cariño. Son sólo turbulencias. Es parte del volar". Cuando lo miré, supe que todo iba a estar bien. Estaba allí conmigo, tranquilo y sonriente y sabía mucho más sobre el proceso de volar que yo.
Fue en ese momento que me vino la idea de usar la metáfora del avión. Se la expliqué a mis colegas. Cuando vi sus caras iluminarse, pensé que capaz podría funcionar. Pasé un año enseñándome el nuevo idioma. Cuando ya había resuelto esa parte, empecé a probarlo con todos los que pude: mi suegra Dora, mis hijos, mis amigos, clientes, gente de la calle, otros profesionales. Quien fuera. Cada vez que lo usaba veía la misma expresión de gratitud, de humor y de alivio.
Ahora llegó el momento de que lo pruebes vos.
No te preocupes. Sólo te llevará leer unos pocos párrafos. Amplié la metáfora a 5 palabras clave que representan los conceptos más importantes.
El Destino: Nadie se sube a un avión sin tener una idea clara de adónde quiere ir. En la inversión, tu destino es cómo y cuándo esperas gastar tu dinero.
El Avión: El avión es el vehículo que te lleva desde donde estás hoy hasta tu destino. Usamos los aviones para recorrer largas distancias. En la inversión el avión es la combinación de productos de inversión que te llevan a donde necesitas ir.
El Combustible: Ningún avión, no importa lo bien construido que esté, llega a su destino sin suficiente combustible. En la inversión, el combustible es el dinero que se pone a trabajar, inicialmente y a través de los ahorros regulares.
El Aeropuerto: El aeropuerto te da acceso a tus aviones y los mantiene seguros. El aeropuerto en la inversión es el banco o la casa de bolsa que mantiene tu cuenta de inversión.
El Piloto: El Piloto es el experto que vuela el avión y lleva a los pasajeros a su destino. En la inversión, un piloto de inversión construye el avión de inversión y lo mantiene volando.
Eso es todo. Ves lo fácil que es. No hay nada que memorizar. No hay conceptos complicados. Exploraremos cada concepto más en detalle en los próximos posts.