Al mismo tiempo que surge un problema importante en la consciencia popular, comienzan a aparecer "soluciones" empaquetadas para resolverlo. Tomemos por ejemplo, el problema del sobrepeso en Uruguay. En los últimos 10 años, Uruguay fue uno de los países donde el sobrepeso creció con mayor rapidez. Según el Ministerio de Salud Publica, en la actualidad, 65% de las personas adultas y casi 40% de los niños tienen un problema con su peso. Por otra parte, cada día hay más productos "light" en el supermercado que prometen ayudarte a adelgazar. Las empresas alimentarias los producen, los supermercados los venden, y nosotros los consumimos. Y mientras tanto, seguimos engordando.

Una de las cosas que más me desconciertan es escuchar cuando personas de bien pierden todos sus ahorros por haber tomado malas decisiones en materia de inversión. Pasan toda la vida ahorrando y después -por ingenuidad o tentación- entregan todos sus ahorros a alguien que nunca se los devuelve.

Si tuviese que elegir el tipo de inversión que atrae más a los uruguayos diría que es la inversión en inmuebles. Los "ladrillos” -como se les suele llamar- son excelentes en ciertas circunstancias...pero en otras no tanto.

Como ocurre con cualquier tipo de inversión, hay que darle el uso adecuado. Con un martillo podés construir una excelente mesa pero también podés aplastarte un dedo. De cualquier manera, no vas a culpar al martillo ni dejar de usarlo. Entonces, antes de pensar en invertir en un inmueble tenés que pensar y evaluar bien este tipo de inversión.

Hace unas semanas me hicieron una entrevista en la radio donde el periodista comenzó así:

"Invertir es correr riesgo y para correr riesgo hay que tener una pasta especial. A nosotros nos gusta ir con paso seguro...Me pregunto cómo se puede hacer para invertir corriendo riesgo y perdiendo el miedo a todo esto. "

Me sorprendió mucho el comentario y me costó mucho más contestarlo. Seguramente porque vengo de un país donde “invertir” tiene otro significado y también porque invertir es mi área de especialización.

El estado uruguayo, por más que quiera, no te puede asegurar una vida digna cuando ya no trabajes más. No hay suficientes trabajadores para financiar nuestras jubilaciones. La única solución para poder vivir bien cuando ya no trabajes más, es convertirte en tu propio trabajador y ahorrar una parte de lo que ganás.

Sé que es difícil ahorrar y hay muchas personas en Uruguay que hoy no pueden hacerlo. Si no tenés un trabajo o estás en seguro de paro, obviamente que ahorrar no es factible. Pero si tenés un trabajo, ahorrar no es opcional, es OBLIGATORIO. En vez de pensar que no lo podés hacer, pensá como hacerlo. No importa cuánto, importa empezar. Estos son algunos consejos para ayudarte.

El estado uruguayo, por más que quiera, no te puede asegurar un vida digna cuando ya no trabajes más. En esta nota, me gustaría explicarte por qué los sistemas tradicionales no son sostenibles a mediano plazo y después mostrarte que tu solución depende de un cambio de perspectiva.

El pasado miércoles 10 de junio salió publicada una nota que me hicieron en Infonegocios titulada: "Para jubilarte con US$ 1.000 por mes necesitás juntar US$ 1 millón". Tuve varias consultas por ese MILLÓN. Una cifra tan grande para después recibir tan poco...difícil de creer. Por eso, me pareció oportuno explicar cómo llegué a ese Millón y de paso convencerte que “dinero en mano” como dice el refrán, no te va a hacer el camino más llano.

A nadie se le ocurre subir a un avión sin antes saber a dónde va. Es el pasajero quien decide el destino de su viaje. Jamás se le ocurriría permitirle al piloto o al empleado de la aerolínea que tomaran una decisión tan importante.

Cuando llegué a vivir al Uruguay en 1990 ya había problemas con el sistema jubilatorio. Por aquel entonces no prestábamos mucha atención al tema. En 1990, teníamos 30-35 años y mucho tiempo para pensar en la jubilación. Estábamos convencidos que el estado se iba a encargar y en 1998 se aprobó la gran reforma.  

Me gusta decir que el Aviñol es un idioma, pero es tan solo una metáfora. Es un concepto simple que me llevó dos años de perfeccionamiento.

¿Por qué me llevó tanto tiempo aprender un enfoque tan simple? Porque solía ser uno de esos expertos de los que hablé en mi último post.

Tenés un problema. Es un problema sencillo: tenés algo de dinero y querés ponerlo a trabajar. Puede que sea o no una gran cantidad de dinero para ellos, pero es -sin duda- una gran cantidad para vos. Aspirás dos cosas: que tu dinero esté a salvo y terminar con más del que empezaste.  Así que vas a tu banco o visitás un corredor de bolsa.

Esta página web y el libro que lo acompaña representan parte de un proyecto personal que comencé a desarrollar hace casi 3 años.  Dado que este es mi primer posteo, voy a empezar con la pregunta del millón: ¿Por qué Mi Dinero Mi Problema?