Mitos y prejuicios de invertir
Hace unas semanas me hicieron una entrevista en la radio donde el periodista comenzó así:
"Invertir es correr riesgo y para correr riesgo hay que tener una pasta especial. A nosotros nos gusta ir con paso seguro...Me pregunto cómo se puede hacer para invertir corriendo riesgo y perdiendo el miedo a todo esto. "
Me sorprendió mucho el comentario y me costó mucho más contestarlo. Seguramente porque vengo de un país donde “invertir” tiene otro significado y también porque invertir es mi área de especialización. El periodista y yo estábamos hablando de cosas diferentes. Me di cuenta también que la mayoría de los uruguayos no entienden el concepto de invertir. Lo que es y lo que la gente piensa que es, son dos cosas completamente diferentes. Entonces, antes de hablar sobre cómo invertir pensé que era importante aclarar conceptos y hablar sobre lo que es. Y quizás, mejor aún, empezar diciendo todo lo que NO es.
Invertir NO es correr riesgo
Cuando la mayoría de los uruguayos escuchan la palabra invertir, la primera imagen que les viene a la mente es la de Wall Street. Gente que corre de pantalla en pantalla y atiende varios teléfonos a la vez, siempre pendiente de la baja o la suba de las acciones y de las situaciones inmediatas y coyunturales. Así se vende en Hollywood y también dentro de la industria financiera. “Para ganar dinero tenés que estar dispuesto a perderlo”, se suele escuchar.
Pero si uno se detiene un segundo a pensar sobre esta idea de invertir, resulta una locura. Te lleva toda una vida ahorrar un capital y lo vas a timbear en un solo soplo. Si corrés el riesgo de perder tu dinero, no lo invertiste, lo apostaste. Lo de Wall Street es un mito, una fantasía creada por Hollywood.
Invertir no es correr riesgo. Invertir es sencillamente hacer crecer tu dinero.
Por eso, tu dinero es tu problema. Hay que aprender cómo hacerlo crecer sin correr el riesgo de perderlo.
Invertir NO es solo para gente adinerada
La segunda reacción que los uruguayos tienen cuando escuchan la palabra invertir es pensar que "esto no es para mi". Invertir es para los grandes capitales, los millonarios. Y esto también es la imagen que se proyecta desde la industria cinematográfica. Los que invierten son los súper-ricos que pasan sus días jugando al polo o viajando por el mundo. Pero esto también es un mito y la verdad es otra.
Invertir no es solo para los que tienen mucho dinero. Quienes más necesitamos aprender a hacerlo somos las personas comunes y corrientes.
Si hacemos crecer nuestro dinero, vamos a tener que ahorrar menos para financiar nuestros gastos cuando no trabajemos más.
Invertir NO es lo que hicieron tus abuelos.
Tus abuelos y los míos nunca usaron la palabra “invertir” porque no tenían la necesidad de hacerlo. Tenían una vida más fácil en el sentido de que tenían su jubilación asegurada. Les bastaba con mantener su dinero en depósitos a plazo fijo y que les diera cierto interés o inmuebles, que estaban cerca y no se movían. Dado que sus jubilaciones estaban resueltas, no tenían que hacer crecer su dinero.
Lamentablemente, otro futuro nos espera.
Invertir no era necesario para nuestros abuelos. Para nosotros, es la diferencia entre vivir bien o mal cuando no trabajemos más.
Vos tenés que aprender cómo hacer crecer tu dinero en forma segura.
La buena noticia es que no necesitás ni tener una pasta especial ni perder el miedo de correr riesgo. Lo único que tenés que hacer es aprender a hacer algo nuevo, algo que es mucho más sencillo de lo que parece. Al principio te vas a sentir un poco extraño pero poco a poco, irás aprendiendo a hacer crecer tu dinero.
De hecho, muchos de los consejos que nos daban nuestros abuelos siguen siendo válidos en este nuevo mundo de la inversión. Aquí van dos a tener en cuenta:
Desconfiar cuando nos prometen que algo es 100% seguro porque "A seguro se lo llevaron preso".
Recordar "no poner todos los huevos en una misma canasta". Diversificar nuestras inversiones en diferentes tipos de instrumentos, empresas y países.
Te invito a explorar este nuevo mundo e ir "despacito por las piedras”. Lo podés hacer a través de la página web www.midineromiproblema.org y los seminarios online que comienzan en agosto. Cualquier duda que tengas, escribirme a stephanie@midineromiproblema.org.