Ladrillos: cuales si, cuales no

 
Ilustración: Eugenia Assanelli

Ilustración: Eugenia Assanelli

 

Si tuviese que elegir el tipo de inversión que atrae más a los uruguayos diría que es la inversión en inmuebles. Los "ladrillos” -como se les suele llamar- son excelentes en ciertas circunstancias...pero en otras no tanto.

Como ocurre con cualquier tipo de inversión, hay que darle el uso adecuado. Con un martillo podés construir una excelente mesa pero también podés aplastarte un dedo. De cualquier manera, no vas a culpar al martillo ni dejar de usarlo. Entonces, antes de pensar en invertir en un inmueble tenés que pensar y evaluar bien este tipo de inversión.

Tus ladrillos: una muy buena inversión en ladrillos.

Los ladrillos son una solución ideal si los vas a usar para vivir. Todos vivimos en algún lugar y si podés ser el dueño de tu vivienda mejor. ¿Por que? Porque cuando alquilás, tu alquiler es renta para otro inversor. Cuando comprás tu propia vivienda, aun cuando utilizás un crédito hipotecario, por lo menos una parte de lo que pagás es ahorro propio. Eso sí, si vas a pedir un préstamo para comprar tu casa te recomiendo que sea la menor cantidad de dinero y en el menor plazo posible.

 Como inversión financiera… es fácil aplastarte un dedo.

Los ladrillos atraen por su seguridad y por su promesa de renta. Es algo que hemos escuchado durante toda la vida. Cuando damos algo por bueno, dejamos de pensar. Y cuando dejamos de pensar, nos equivocamos. Y esas equivocaciones nos pueden doler. Entonces antes de invertir en un inmueble como inversión financiera, es importante no dar por sentado nada y revisar todos los posibles inconvenientes de nuestra decisión. ¿Cuales inconvenientes? Encuentro por lo menos cinco.

  1. Es fácil sobreestimar la renta y la rentabilidad. Normalmente cuando pensamos en un inmueble como inversión, pensamos en el alquiler como renta. Es importante que tengas claro que como propietario hay gastos y vas a tener que usar parte de tus rentas para pagarlos. Gastos como por ejemplo, la contribución inmobiliaria, impuesto de primaria y también gastos asociados con el mantenimiento del bien.

  2. No te olvides que solo recibís una renta mientras que el bien está ocupado. Es fácil pensar en el alquiler de tu inmueble como un ingreso fijo. Sin embargo, solo es así, mientras dura el contrato con el inquilino. Después, el nuevo alquiler va a depender de una nueva negociación, que a su vez dependerá del mercado de alquileres y tu capacidad de resistir hasta ese momento. Si el inmueble se desocupa, además de no recibir un ingreso, vas a tener que afrontar gastos como ser gastos comunes e impuestos municipales. Como consecuencia, antes de comprar un bien inmueble es importante calcular los gastos asociados, tu renta y rentabilidad real.  Podés usar esta aplicación para hacerlo.

  3. No recibís el regalo de la reinversión. En otros artículos, he escrito sobre la importancia de reinvertir para hacer crecer tu capital. Cuando invertís en inmuebles, no hay una forma automática de hacer esto con tus rentas. Se deposita el dinero en una cuenta y queda allí. Estando a mano es fácil gastarlo. ¿O no te pasa cuando tenés dinero de más en la billetera? Y aun, si no lo tocás, tu capital va a crecer mucho más lento que otro tipo de inversiones financieras porque no vas a recibir el regalo de reinversión. Para ver el impacto del regalo de la reinversión, podés usar esta calculadora.

  4. Si no te cuidás podés terminar con todos tus huevos en una única canasta. Para comprar una casa o un apartamento, necesitás un capital importante que muchas veces representa un porcentaje grande de todos tus ahorros. Hay una segunda desventaja asociada a esta canasta. Si alguna eventualidad te hace necesitar dinero urgente -incluso una cifra menor al valor del inmueble- tenés que vender el 100% del bien. Tampoco te da certezas: no sabés ni el precio ni el tiempo que te llevará hacer efectiva esa venta. 

  5. Aseguráte que son TUS ladrillos. Finalmente, hay muchos productos que se venden como inversiones inmobiliarias donde el inmueble no existe y/o nunca termina siendo tuyo. Antes de comprometerte a "ahorrar en ladrillos", pedí una copia del contrato, leélo detenidamente y asesoráte bien. Aseguráte que esos ladrillos existen y que son legalmente tuyos. Con este tipo de productos caminaría, como dice el refrán,  “despacito por las piedras”.

Sé que después de leer esto te van a aparecer muchas dudas. Estoy para ayudarte, si tenés alguna consulta, podés escribirme a stephanie@midineromiproblema.org.

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