Tu solución comienza con un cambio de cabeza
El sistema de seguridad social en jaque
El estado uruguayo, por más que quiera, no te puede asegurar una vida digna cuando ya no trabajes más. Las pensiones tradicionales, como el BPS y las cajas jubilatorias, se basan en un sistema muy sencillo: los trabajadores activos aportan para que los mayores, ya retirados de la actividad laboral, puedan cobrar su retiro correspondiente. Tus aportes al BPS o a la caja no se guardan para financiar TU jubilación. Se usan para pagar las jubilaciones de la gente que te precede, como ser tus padres y abuelos. En este sistema, tu jubilación dependerá de quienes te siguen, tus hijos y nietos.
El sistema tradicional funcionó muy bien cuando había muchos jóvenes por cada jubilado. Pero cada día hay menos trabajadores y más jubilados. En 1950, había 12 trabajadores por jubilado en el mundo, pero hoy solo hay 8. En Uruguay, las situación es peor. Hoy sólo hay 4 trabajadores por jubilado y la mala noticia no termina allí. Las predicciones dicen que en Uruguay, este porcentaje seguirá bajando a menos de 3 en el 2050. Está más que claro que el sistema tradicional no es sostenible en el mediano plazo.
Hay que pensar diferente
El paso más difícil siempre es el primero: darte cuenta de que tu jubilación es tu problema y que la única persona que te puede asegurar un retiro digno sos vos. Entonces, para encontrar una solución tenés que cambiar tu perspectiva.
PRIMERO, TENÉS QUE CONVERTIRTE EN TU PROPIO TRABAJADOR.
En los sistemas tradicionales, los jubilados dependen de trabajadores jóvenes. Pero si no hay trabajadores jóvenes, solo nos queda depender de nosotros mismos. Debemos convertirnos en nuestro propio trabajador y utilizar nuestros años de trabajo para pagar nuestros gastos de toda nuestra vida.
Dado que querés vivir bien ahora y también en tu jubilación, es importante buscar un equilibrio, lo que llamo el gasto sostenible. El gasto sostenible es el porcentaje de tu salario que podés gastar hoy y mantener durante tus años jubilatorios.
Tomemos el ejemplo de un joven de 30 años, que quiere jubilarse a los 60 años y vivir hasta los 90. Si asumimos que su salario se ajusta por inflación, y se invierten sus ahorros a una tasa igual a la inflación, es fácil calcular el porcentaje de su gasto sostenible.
Nuestro joven tiene 30 años de trabajo por delante y 60 años de vida. Como consecuencia, para poder mantener su gasto durante su vida, debería gastar sólo 30/60 o 50% de su salario y ahorrar el remanente 50%.
Si trabajás más, podés gastar más
Usando la fórmula de arriba es fácil entender cómo los años de trabajo afectan nuestro gasto sostenible. Si el joven trabaja hasta los 70 años, el porcentaje cambia a 40/60 o 67% de gasto y 33% de ahorro.
SEGUNDO, TENÉS QUE CONVERTIRTE EN INVERSOR
Los porcentajes arriba no son alentadores cuando los vemos por primera vez, y explica el por qué arreglar el sistema de seguridad social es tan difícil. Por suerte, hay otro factor importante que normalmente no tomamos en cuenta. Hablamos mucho sobre la importancia de ahorrar y trabajar más. Pero nadie habla sobre cómo debemos invertir esos ahorros.
Si invertís bien, recibís el regalo de la reinversión.
El regalo de la reinversión son como puntos de viajero frecuente que recibís por mantenerte invertido siempre. Si invertís bien a lo largo de tu vida, tus ganancias crecen en forma exponencial y estas ganancias te permiten ahorrar menos y gastar más.
La tabla abajo muestra el efecto de la inversión sobre el gasto del joven en nuestro ejemplo. Las cifras en rojo son las que vimos arriba donde asumimos que invierte sus ahorros a una tasa igual a la inflación durante sus años de trabajo. Pero si logra una tasa promedio mayor a la inflación, el porcentaje de su salario que puede gastar sube a algo más razonable.
Como ves, no necesitás rendimientos altos para llegar lejos. Con muy poca cosa, hacés un montón.
El sistema tradicional está en jaque pero tu futuro no tiene porque estarlo
Ya vimos que jubilarte cuesta mucho y que los sistemas tradicionales no van a poder pagar la totalidad de tus gastos. Para vivir medianamente bien cuando no trabajemos, vamos a tener que extender nuestros años de trabajo y ahorrar más. También tenemos que prestar más atención a cómo se invierten nuestros ahorros mientras tanto. No hay tiempo que perder porque cada año que pasa es un año menos que tenemos para construir nuestra solución.